Las bibliotecas son, por definición, el lugar donde se tienen libros en cantidades considerables ordenados para la lectura. Sin embargo, no solo hay libros, también se pueden encontrar otro tipo de materiales como CDs, DVDs, materiales lúdicos, revistas y otro tipo de colecciones.
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Como usuarios, la mayoría de las veces esperamos que si vamos a una biblioteca encontremos justamente el contenido que estamos buscando, llegando a decepcionarnos en múltiples ocasiones al no encontrar los títulos en sus ficheros o computadoras, por lo que hemos tenido que buscar en otra parte. Hay que comprender que las bibliotecas son en sí mismas pequeños universos que, al igual que nosotros, padecen de sus propias limitaciones.
Las bibliotecas buscan, de alguna manera, dinamizar la cultura en el proceso de humanización y la experiencia del lenguaje para que estos logren armonizarse entre sí. Cuando entramos a una biblioteca nos encontramos con una serie de libros y la pregunta es, ¿cómo llegaron allí?.
La creación de colecciones en las bibliotecas
La selección y adquisición de fondos son los primeros pasos de la cadena documental que manejan las bibliotecas, esto quiere decir que son los pasos previos para la formación de las colecciones de las bibliotecas, ya que de su precisión y eficiencia depende la relevancia de la colección.
De forma general, el desarrollo de colecciones en el que se desenvuelve actualmente la biblioteca encierra un proceso complejo que implica al menos:
- La intervención de bibliotecarios, informáticos y, aunque no en el mismo grado, también de los usuarios.
- La existencia de importantes recursos humanos y materiales.
- La contribución al logro de las principales misiones de la biblioteca pública: información, formación, ocio cultural, etc.
4. La identificación y selección de documentos de calidad que se ajusten a las necesidades de los usuarios.
5. La adquisición de documentos físicos previamente seleccionados.
6. Proporcionar a los usuarios acceso a la información digital pertinente almacenada tanto en servidores propios como ajenos.
7. La producción de documentos digitales propios.
8. La evaluación de colecciones para detectar sus fortalezas y debilidades.
9. La preservación y conservación de documentos.
10. Pero, sobre todo, contar con un proveedor de confianza que facilite los recursos electrónicos que requieren los usuarios.
Para que la selección y adquisición de los fondos de la biblioteca se ajuste a las necesidades de sus usuarios, el personal bibliotecario, debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El tipo de biblioteca: Es importante reconocer la orientación de los contenidos que ofrece tu institución, tomando en cuenta la opinión del personal bibliotecario y las consultas de los usuarios.
- Presupuesto: Este elemento nos permite materializar nuestros deseos y buscar alternativas. Sin embargo, no se trata de comprar libros únicamente costosos o viceversa, sino saber qué y por qué.
- La censura: Esta es vista desde dos perspectivas:
- La oferta editorial. A veces el mercado impone sus propias censuras, con los autores o títulos que más se venden en el mercadeo de masas, la falta de impresiones o reediciones de títulos que, a pesar de su importancia, van quedando en el olvido por la falta de compradores.
- La selección. La selección de materiales bibliográficos establece el límite necesario para el universo de la biblioteca y a su vez, establece las posibilidades de las combinaciones en las colecciones que habrá en la biblioteca.
Aquí es cuando todo debe entrar al criterio del creador de la colección, basándose en la información recopilada y en el apoyo que tenga con otras áreas para ver los posibles temas de interés para así esperar a que esos libros elegidos sean de interés y agrado para el lector.
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