Las funciones tradicionales de las bibliotecas ha sido reunir, procesar, almacenar y utilizar la información documental para dar servicio a la sociedad.  Además, siempre se ha otorgado un valor importante en la sociedad a las bibliotecas, por lo cual tendrán que afrontar este reto, así como investigar acerca del desarrollo del conocimiento y la creación de las bases del mismo.

La gestión de conocimiento en las bibliotecas busca promover las relaciones entre la biblioteca y el usuario para así reforzar el conocimiento mediante el trabajo en red y la agilización del flujo del conocimiento. Es decir, que buscarán la forma de generar, intercambiar, organizar, difundir y conservar el conocimiento para que estos recintos ayuden a socializarlo.

Así pues, en el contexto actual las bibliotecas tendrán que informarse acerca del desarrollo y aplicación de los recursos tecnológicos para crear bibliotecas virtuales, proteger los derechos de autor en la era digital, etc., con la finalidad de establecer las bases para la innovación del conocimiento.

La tecnología y la gestión del conocimiento en las bibliotecas

En el siglo XXI, las bibliotecas dan mayor importancia a los servicios para que los usuarios adquieran el conocimiento y puedan ejercer sus funciones a partir de la eficiencia de la información. Por tanto, los servicios para la gestión del conocimiento deben estar basados en redes de información rápida, así como contemplar los siguientes puntos: Creación de bibliotecas virtuales y la digitalización de los recursos de las bibliotecas.

Ambos puntos presuponen, la creación de sistemas de servicios de información orientados a los usuarios, tales como la difusión de información; facilitar la búsqueda de recursos; en pocas palabras, se busca agilizar el acceso a los recursos del acervo de las bibliotecas para satisfacer en tiempo y forma las necesidades de información de los usuarios.

Son tres los objetivos básicos que se plantean las bibliotecas al utilizar las metodologías de la gestión del conocimiento:

  • Potenciar el acceso al conocimiento: se reduce el tiempo de acceso a la información, aumenta el uso, además se favorece la desintermediación y desterritorialización de la información.
  • Aprovechar la experiencia de ser depósitos de información para incorporar nuevos recursos al acervo físico como digital de las bibliotecas.
  • Fomentar dentro de su espacio las conductas eficaces para la creación, transmisión y utilización de conocimientos, con la finalidad de dinamizar las estructuras y así adaptarse a los retos que se formulen en el ámbito de la sociedad de la información.

En el contexto actual, las bibliotecas deben propiciar que se respete el valor humano, guie y profundice el saber de sus usuarios como el del personal bibliotecario. Asimismo, se debe adoptar el desarrollo de los recursos del conocimiento y la capacidad del personal como un medio para mejorar el trabajo de manera eficiente.