Los laboratorios virtuales son espacios (como su nombre ya lo menciona) virtuales que de manera interactiva incorporan todos los aspectos tecnológicos, pedagógicos y humanos con el fin de realizar actividades prácticas adaptadas al estudiante y a las necesidades del maestro en un entorno virtual de aprendizaje.
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El desarrollo de los laboratorios virtuales en la educación facilita la motivación en el estudiante para llevar a cabo prácticas de laboratorio. El laboratorio virtual puede ser utilizado de varias formas, ya sea como ayuda al profesor para explicar distintos procedimientos o problemas de su materia o dentro del aula de computación o informática donde los alumnos simulan una experiencia programada o incluso diseñan una propia.
La introducción del uso de laboratorios virtuales en las escuelas, no se refiere solamente a utilizar un nuevo instrumento o herramienta innovadora, sino que se trata del establecimiento de variadas fuentes de consulta e investigación que complementen la formación académica. Sin embargo, este tipo de herramientas también son un gran soporte para las instituciones que cuentan con menor presupuesto como para tener un laboratorio físico lo suficientemente robusto como para realizar todas las prácticas necesarias. O bien en apoyo a las instituciones en situaciones de emergencia como la actual contingencia, donde al no poder acceder a clases presenciales, se vuelven una herramienta indispensable para lograr transmitir el conocimiento a los alumnos.
Laboratorios virtuales: Siempre disponibles para cualquier disciplina
Si bien, por el momento, la gran mayoría de los laboratorios virtuales se están utilizando para trabajar en áreas vinculadas con la informática, matemáticas o ingeniería, cada vez más escuelas y universidades están utilizando este tipo de laboratorios para la experimentación en disciplinas como química, biología, física, tecnología e incluso artes.
Un ejemplo es la Universidad Estatal de California, la cual, está utilizando laboratorios virtuales para estudiar las mutaciones y la evolución genética de las moscas, simulando como distintos rasgos se pasan de generación en generación, todo a través de un grupo de computadoras y esto a su vez, no significa que la institución haya abandonado el uso de laboratorios convencionales, por lo que utilizan un modelo mixto, en el que algunas clases se mantienen en esos entornos, y en otras se utilizan las computadoras.
En América Latina, algunas universidades ya han comenzado a incorporar esta tecnología, como la Universidad de Córdoba, la cual utiliza los laboratorios virtuales para simular el trabajo en biorrefinerías, simulando pieza por pieza y material por material, el equipamiento disponible en el laboratorio húmedo que los alumnos de la Maestría en Energías Renovables Distribuidas utilizan frecuentemente, ampliando de esa manera su capacidad de desarrollar el aprendizaje e investigaciones.
Y aunque estos son algunos ejemplos de su uso en universidades, debemos recalcar que los laboratorios virtuales no solo se utilizan en niveles académicos avanzados, pues han comprobado ser de gran utilidad para alumnos de niveles básicos, pues en ellos ejerce un gran poder la tecnología, ya que, al ser nativos digitales, se sienten en un ambiente cómodo e innovador ante las prácticas tradicionales. Esto hace que aumente su capacidad de atención y retención, pues pueden de manera libre e intuitiva realizar sus prácticas y si se equivocan será fácil para ellos ver el error que cometieron de manera segura.
Los laboratorios virtuales llegaron a revolucionar la manera en que se aprende, pero también ayudan a alumnos y profesores a crear sistemas colaborativos de aprendizaje con ayuda de las nuevas tecnologías. Sin duda son herramientas que vale la pena probar.
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