Hoy en día, los avances tecnológicos afectan diferentes aspectos de la vida humana; factores como la globalización, la economía internacional, sociedad del conocimiento, han provocado cambios en diferentes ámbitos, entre ellos, la educación.

El impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las repercusiones del mundo digital y globalizado en el ámbito educativo, traen consigo, la necesidad de realizar cambios en la práctica docente, especificamente en el trabajo en el aula. Actualmente, se deben de analizar el uso de las nuevas tecnologías como un recurso didáctico y un medio para la transferencia de conocimiento.

Utilizar los simuladores educativos en los procesos de enseñanza-aprendizaje, los convierte en aliados para promover y/o crear entornos de aprendizaje para la transferencia de conocimientos y resolución de problemas, lo cual permite a los estudiantes recrear situaciones reales pero de una manera controlada y segura.

Beneficios de los simuladores virtuales

En la educación presencial, algunas prácticas de laboratorio son canceladas o prohibidas por el alto costo que significan y en la eduación a distancia existen pocos materiales virtuales que las sustituyan. Sin embargo, el impacto de las TIC y sus repercusiones en el ámbito educativo, traen consigo nuevas soluciones a los problemas anteriormente descritos.

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Además, los simuladores en el proceso de enseñanza colaboran en la transmisión de conocimientos de una forma interactiva, ya que el estudiante deja de tener una actitud pasiva y se involucra de manera activa en el proceso de aprendizaje. Algunas de las ventajas que ofrecen son:

  • Eliminar riesgos que representa la interacción con algunas sustancias, lo que permite a los estudiantes centrarse en el aspecto de la realidad que va a estudiar.
  • Posibilidad de retroalimentación rápida debido a los resultados inmediatos debido a los parámetros de la simulación. Lo cual permite corregir o confirmar las acciones de los alumnos;
  • Respetan los ritmos de aprendizaje individuales, es decir, que los estudiantes se involucran en su proceso de adquisición de conocimientos, ya que él tendrá que manejar el simulador, observar los resultados y actuar en consecuencia.

En pocas palabras, los simuladores son la herramienta perfecta que permite al estudiante ser capaz de aprender a tomar decisiones ya que su finalidad es enseñarles el “saber hacer”.

La simulación en la educación

El uso de los simuladores, así como sus características, son claves para realizar cambios en el nuevo proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto es porque la utilización de estos recursos en los diferentes saberes de una carrera permite que los estudiantes tenga una relación más significativa con los contenidos.

Además, al incorporar las nuevas tecnologías en los procesos educativos se promueve el interés y se aumenta la motivación de los estudiantes en el desarrollo de las actividades y se crea un ambiente práctico y autónomo.

Para introducir la simulación educativa en sus clases, los docentes requieren de un entrenamiento, acompañamiento y desarrollo de habilidades que permita el aprovechamiento al máximo de los mismos. Es decir, que los profesores se convertirían en facilitadores para el aprendizaje centrado en el estudiante mediante la simulación y el proceso de explicar lo ocurrido durante la misma.

Se podría decir, que el uso de los simuladores educativos se proyecta como una herramienta de apoyo en los procesos de enseñanza y aprendizaje, ya sea en programas de estudio presenciales, a distancia o virtuales.

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Modelo innovador y avanzado entorno virtual de aprendizaje para las áreas de ciencias naturales, química, física, matemáticas e ingenieria que integra el uso de las tecnologías de la información a través del concepto STEM (Sciencies, Technology, Engineering, Mathematics).

Algunos de los beneficios  es que permite al estudiante:

  • Brinda al estudiante la opción de ensayo y error como parte de la estrategia de aprendizaje;
  • Experimentar de manera segura y sin temor a agotar los recursos;
  • Construir sus argumentos y realizar su análisis a partir de la práctica;